¿Cómo diferenciar el hachís bueno del de mala calidad?
A menudo, surgen las dudas acerca de si el hachís que compramos es bueno o de mala calidad ya que, a diferencia de los cogollos de marihuana, que poseen unas características muy determinantes como su fragancia o las capas de tricomas que los cubren, el hachís no posee unos rasgos tan claros, por lo que la comprobación de la calidad es un poco más difícil.
Aun así, existen una serie de indicadores del hachís que sí que ayudarán a saber si el que tenemos en nuestras manos es de buena calidad. ¡Te lo contamos a continuación!
¿Qué aspecto tiene el hachís de alta calidad?
Existen diferentes métodos para elaborar el hachís y cada uno posee sus propias características en relación a su color, textura y la forma que presenta el producto final. Por ello, podemos distinguir si el hachís es de primera calidad de distintas formas, en función del tipo que sea.
Un hachís en seco de alta calidad tiene que tener un color arenoso y claro, y una textura desmenuzable, en un bloque ligeramente prensado. Por otra parte, el polvo de resina bueno y que esté fuertemente prensado tendrá un color más oscuro, un aspecto más brillante y será más duro que el caso anterior.
También encontramos el “bubble hash”, una variante diferente a las anteriores por la forma en la que se produce, ya que no se usa ningún producto químico para su elaboración. Se puede encontrar prensado o sin prensar. El prensado podrá tener un color variable, de marrón claro a oscuro, con una textura blanda y pegajosa. El no prensado será un polvo cristalino, con un aspecto parecido al del azúcar moreno en granos.
En cuanto al hachís que se hace frotándose con las manos, podemos comprabar si es de calidad porque adquiere una textura suave, que puede ser ligeramente pegajosa al tacto. Además, suele ser de color negro o marrón oscuro por la parte exterior, y en el interior, de color marrón claro con motas verdes. Si vemos que el interior es demasiado verde, nos indicará que tiene un mayor contenido de materia vegetal, por lo que será un hachís de mala calidad.
Además, generalmente en todos los tipos de producto, conviene prestar atención a la presencia de manchas blancas de moho, que determinarán que ese hachís no se ha curado correctamente.
¿De qué color es el humo?
En general, cuando quemamos un hachís de buena calidad, deberá desprender un humo con color blanco azulado o gris blanquecino. Si por el contrario el humo que desprende es muy oscuro, de tono negro o marrón, es posible que estemos ante un hachís con un gran porcentaje de materia vegetal poco aprovechable o que haya sido cortado, por lo que esto será un indicador de poca calidad.
Métodos para comprobar la calidad del hachís
Hacer la prueba de las burbujas
Una prueba que podemos realizar para comprobar la calidad del hachís es la prueba de las burbujas. Lo único que hay que hacer es coger un trozo de hachís y quemarlo. Si comienza a hacer burbujas, nos indicará que el producto es de calidad. Además, el de mayor calidad, al entrar en contacto con la llama se prenderá fuego al instante.
Sin embargo, si al hacerlo el hachís se pone negro, tendrá contaminantes que se han quemado junto a la resina. Por otra parte, si no aparecen las burbujas, tendremos en nuestras manos un producto de baja calidad, o con demasiados contaminantes.
Puede darse también el caso contrario: que al prender el hachís se produzcan demasiadas burbujas. Esto puede deberse a que haya sido adulterado y se le hayan añadido muchos aceites para que, a pesar de su mala calidad, el producto haga las burbujas y parezca que es de calidad superior.
Comprobar la cantidad del humo
Otra prueba fundamental para comprobar la calidad consiste simplemente en observar el humo que desprende. Si vemos que prende con mucha facilidad y suelta mucho humo, probablemente estemos ante un hachís que ha sido adulterado con resina, o que tiene mucha proporción de restos vegetales. Si por el contrario le cuesta prender y no produce demasiado humo, estaremos ante un producto cuya proporción de materia vegetal es baja, por lo que será de alta calidad.
Frotar el hash entre las manos
Esta comprobación es muy sencilla: simplemente tienes que coger un trocito de hachís y frotarlo entre tus manos hasta que quede muy fino, que parezca un espagueti. Si en el proceso no se rompe ni se deshace, estaremos ante un producto de calidad.
De esta forma, si sigues todos nuestros consejos, podrás distinguir perfectamente si el hachís que tienes es de buena calidad.
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