Antes de nada, es importante remarcar que estos efectos adversos rara vez suceden y que se deben, sobre todo, a un consumo excesivo.
Al igual que sucede con otras hierbas o plantas medicinales (desde la manzanilla, hasta el aloe vera, el romero, etc.), un uso exagerado puede provocar molestias como somnolencia, diarrea, mareos y la sensación de tener la boca seca. O en el caso de aplicar gran cantidad a la piel durante mucho tiempo, la sensación de picores.
Para evitar que esto suceda basta con tomar una dosis razonable, o reducirla un tanto si solemos consumir en grandes cantidades.
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