[Cultivar marihuana] Cómo cultivar marihuana paso a paso

Tener tu propio cultivo de marihuana no es tan complicado como parece.

Eso sí, debes tener en cuenta que para que la planta crezca bien tienes que respetar las distintas fases que se dan en el cultivo.

Porque no, no es solo ponerla en una maceta y regarla una vez al día. ;)

Por eso en este artículo te explicamos en qué consiste cada una de esas fases para que así puedas cultivar marihuana aunque seas novato en el tema.

Vamos a verlo.

➡️ Guía para cultivar marihuana en casa

Antes de que salgas corriendo a comprar macetas y semillas, vayamos paso por paso a través de todo el proceso de cultivo.

Tienes que saber que aunque no es demasiado complicado, requiere de algo muy importante: compromiso.

Tu cultivo de marihuana será como tener a un niño pequeño en casa, o una mascota. Requerirá de atención, cuidado y de nutrición (y algo de cariño, claro está). ;)

No se limita a poner una semilla en la tierra y sentarte a esperar que un cogollo aparezca como por arte de magia.

Por eso, veamos ahora las 7 fases que se dan a la hora de cultivar marihuana.

✅ 1. Elegir el tipo de semillas

¿Pero hay distintos tipos de semillas de marihuana?

Pues sí, y lo primero que debes hacer es decidir qué tipo de semillas vas a utilizar.

  • Semillas regulares de marihuana: estas pueden darte plantas masculinas o femeninas; por lo que ojo, si tu objetivo es cultivar marihuana para aprovechar los cogollos, tendrás que prestar mucha atención de cara a distinguir las plantas macho de las hembra a tiempo, y que tus cogollos no se llenen de semillas. Son ideales si quieres cruzar diferentes cepas y experimentar por ese lado.
  • Semillas feminizadas: lo cual te dará una seguridad del 99% de que tus plantas serán hembras. Esto te ahorrará tener que estar pendiente de que una planta macho germine a las demás, y también te ahorrará recursos (pues no tendrás que cuidar de una planta que después tengas que eliminar).
  • Semillas autoflorecientes de marihuana: este tipo de semillas son las más sencillas de cultivar, ya que no dependen de factores como la luz para florecer, y también permiten cultivar en exteriores durante cualquier época del año.

La decisión que tomes dependerá de los objetivos que tengas al cultivar maría en casa (obtener cogollos o cruzar diferentes cepas, por ejemplo).

✅ 2. Escoger la variedad de marihuana

Como te contamos en este artículo, existen varios tipos de marihuana: indica y sativa.

Cada una tiene sus características particulares en cuanto a:

  • Apariencia y morfología.
  • El periodo de floración.
  • La cantidad de producción.
  • Los efectos que producen.
  • El sabor y el aroma de los cogollos.

¿Prefieres una planta de maría con genética 50% sativa y 50% indica y que tenga notas cítricas y de madera como la Cannatonic Haze¿O tal vez una sativa dominante con aroma dulce pero picante, como la Jack Herer?

Lo ideal es que tengas en cuenta tanto las particularidades de la planta a la hora de cultivarla, como también qué tipo de cogollos son los que quieres obtener de tu cultivo.

Recuerda que puedes probar los diferentes cogollos para elegir tu favorito antes de plantarlo.

✅ 3. Germinar las semillas de marihuana

El paso más complicado para muchos al cultivar marihuana es germinar las semillas.

Durante este proceso la semilla empieza a hincharse y se rompe, dando lugar a que empiece a desarrollarse la raíz y también unas pequeñas hojas (que se llaman “cotiledones”).

Esta fase dura unos pocos días, y para que la semilla germine tienes que proporcionarle suficiente calor y humedad. Tal y como sucedería en la naturaleza con una semilla que espera a la primavera para crecer.

cultivar marihuana

✅ 4. Hacer los trasplantes

Una vez que han germinado las semillas, toca trasplantarlas a las macetas.

Lo ideal es que sean macetas de 3 litros para que tengan espacio suficiente para desarrollar sus raíces.

Durante más o menos un mes, deberás regar, fertilizar y nutrir esta tierra para que la planta vaya creciendo.

  • Si estás cultivando marihuana en interior, esta fase durará unos 21 a 30 días.
  • Si cultivas en exterior, la planta crecerá hasta que inicie el verano. Durante todo ese tiempo, deberás trasplantarla aproximadamente una vez al mes a una maceta más grande.

Una vez llegue el verano o haya pasado el periodo de tiempo indicado en el caso de cultivo en interior, deberás trasplantar tu cannabis a una “maceta de floración”: una maceta el doble de grande, ya que es en esta etapa que la planta estira sus raíces y abre sus ramas en todo su esplendor.

✅ 5. Observar el crecimiento de la planta

Las plantas dependen de las horas de luz que van recibiendo para desarrollarse y pasar de una fase a otra.

  • Más horas de luz (primavera) = crece.
  • Menos horas de luz (cuando inicia el verano) = florece.

Si estás cultivando en exterior, no puedes influir mucho en este factor, ya que dependerás del clima. Si estás cultivando en interior, la fase de floración dura aproximadamente 20 a 25 días, con 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad.

Cuando las plantas empiezan esta fase, debes tener especial cuidado de identificar las plantas macho (si no has utilizado semillas feminizadas). Si detectas alguna, elimínala del cultivo antes de que germine a las plantas hembra.

Una vez que la planta ha florecido, empieza la etapa de engorde.

Recuerda que la naturaleza las ha creado para polinizar, así que el objetivo de estos cogollos es hacerse grandes y notorios para recibir el polen. ;)

Es aquí cuando debes tener en cuenta que la planta empieza a nutrirse más, y que debes aportarle un buen abono y muchos nutrientes para potenciar este crecimiento. Este abono (que puede ser natural o químico, según prefieras) lo empezarás a aplicar más o menos al mes de empezarse a producir las primeras flores.

Durante este periodo observarás que los pistilos de las flores nuevas son blancos y que, con el tiempo, se van poniendo de color naranja o marrón. Cuando veas que todas se empezaron a poner de este color, debes parar con el abono y limitarte solo al riego durante unas dos semanas.

✅ 6. Lavado de raíces

Un paso importantísimo durante el cultivo de marihuana es el lavado de raíces.

El objetivo de dejar las raíces limpias es que la planta asimile los nutrientes que están almacenados en las flores y en las hojas.

Como has dejado de proporcionar nutrientes a la planta, las hojas empezarán a ponerse amarillentas. Esto es normal, e indica que la planta está absorbiendo todos los nutrientes de las hojas más antiguas.

Con esto, te aseguras de que los cogollos tengan un mejor sabor y no tengan el gusto agrio de algunos nutrientes que se usan durante el cultivo, como el fósforo o el nitrógeno.

✅ 7. Cortar y secar la marihuana

Cuando la tierra se haya secado tras el lavado, podrás proceder a la cosecha.

Es importante que la tierra esté bien seca, ya que si ha quedado humedad, los cogollos pueden pudrirse durante el secado.

Una vez seca la tierra, puedes proceder de dos maneras:

  • Cortar las hojas y dejar el cogollo lo más limpio posible (manicurado).
  • Cortar el cogollo así como está y secarlo con hojas y todo.

Para secar los cogollos basta colgar la planta boca abajo. En este artículo te explicamos en detalle cómo secar cogollos de marihuana.

➡️ ¿Ya sabes cómo cultivar marihuana en casa?

Como has visto, cultivar marihuana en casa no es demasiado complicado, pero sí conlleva compromiso.

¡Pero es un compromiso que merece la pena! Nada más satisfactorio que disfrutar de un cogollo que has cultivado tú mismo, ¿no? ;)

Si estás listo para experimentarlo por tu cuenta, aquí puedes echar un ojo a nuestro banco de semillas de marihuana.

Si te han quedado preguntas, no dudes en utilizar la sección de comentarios. Be CBD, my friend.

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